Si algún conflicto llega a ocurrir, dentro de tu hogar o con tus relaciones de amistad o pareja, aquí te dejamos un par de consejos que pueden ayudarte a entender lo que sientes y a buscar posibles soluciones.
Reconstruye el problema:
Es muy importante que antes de que puedas pensar en reales soluciones identifiques lo que te afecta. Piensa en cómo te diste cuenta de que era un problema, y qué es lo que sientes con respecto a lo que pasó.
Piensa en situaciones similares:
Si alguna vez te había pasado algo parecido, el pensar qué te ayudó a solucionar esos conflictos, podría ayudarte a comprender mejor el problema y las posibles soluciones.
Conversa con alguien:
Muchas veces el conversar sobre lo que nos sucede con otras personas, nos puede ayudar a ordenar nuestros pensamientos, y en ese mismo momento identificar qué es lo que más te cuesta decir y lo que sientes.
Identifica lo que esperas:
Al momento de llegar a conversar con quien tuviste un conflicto, pregúntate antes qué es lo que esperas conseguir: ¿qué es lo que esperas que pase? ¿Qué crees que te dirá? ¿Qué es lo primero que dirás? Son preguntas que podrían ayudarte a estar más preparado o preparada.
Es importante que sepas que identificar lo que nos está molestando:
Ya es un GRAN paso al momento de resolver conflictos, no es fácil pensar en lo que sentimos, y esta es la primera señal para comenzar a preocuparnos por nuestro bienestar. Todas las estrategias que vengan después, dependen de cada uno/a, y por eso los caminos pueden ser muy diferentes.
Conversemos sobre lo que te sucede, desahógate y busca contención en nuestros psicólogos y psicólogas de Línea Libre, son profesionales y pueden ayudarte a contener lo que sientes.
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